El TERRENO DE LA LOMA

Poesía, narrativa, cuentos


Mi madre se acerca cariñosa, menudita, a la cama de mi padre, postrado todavía, para ofrecerle un vaso con agua y un medicamento de las decenas de ellos que toma cada día, le pasa el brazo por la nuca y le levanta la cabeza. Hace esfuerzo, pues cada vez más mi padre es incapaz de soportar su propio cuerpo. Levanta su cabeza y lo medio sienta. Él abre los ojos, los desorbita para enfocar aquella imagen y traga el agua apenas, ahogándose; entonces llego yo para auxiliarle y él me observa, con el vidrio de sus ojos opacos, con el rostro apretado, con una mano temblorosa buscando en el vació, ¿Quién eres tú?- me pregunta-¿Quién eres tú?-repite, y luego se recuesta; entrecierra sus párpados, como para hurgar dentro de sí un recuerdo que lo conecte a ese rostro diluido, a esa cara de asombro que lo observa angustiado.
Aparto con mis pies el orinal a un lado de la cama y me acerco, le tomo de la mano, le pregunto, y él me busca, seguramente escarmena sus recuerdos volátiles, bucea en medio del dolor y persigue esos peces luminosos que se escapan. Aprieta mi mano como para adivinarme en aquella presión, me esculca los nudillos, los recorre, ventea mi olor que se confunde con el olor a ungüento, me vuelve a preguntar para descubrirme en el tono de voz de la respuesta, persigue el nombre de sus hijos, de todos, los baraja con el temor de errar y entonces creo que me encuentra. Si, ese soy yo, Padre, seguro. Ese niño que estas viendo, rollizo, que apenas balbucea y estira sus manitas para que lo tomes en los brazos, ése, al que le haces señales con los dedos de la mano desde lejos, ése soy yo, ni dudes. Ése con el pañal de tela hecho bolas en la entrepierna, estorbando sus primeros pasos inseguros; ése con la inocencia del mundo sonriendo en su boca chimuela. Exacto, padre, muy bien, ¿Ya ves que adivinaste? El que voló temprano de la casa, y aprendió a lo lejos, a escribir de rebeldía en los muros y de sueños en su guitarra soledosa, en aquéllas noches tristes, polvorientas, en las que mi madre y tú oraban por todos sus hijos con denuedo. Ese ateo, irredento, irrespetuoso, que ves allá en el terreno de la Loma, husmeando las estrellas entre lata y lata de cerveza; ése, que va escapándose como gotas de olvido por las ramas de tu memoria vacilante, ése soy yo mi viejo.

Sonríe. Se recuesta de nuevo y se va, a perseguirse a sí mismo en sus tiempos de infancia, a recorrer de nuevo sus propios caminos recorridos, a buscar a sus propios muertos bienamados en aquella paz que ha de ser el volver a vivir de nueva cuenta.
Llega mi nieta, se sienta junto a mi, observa al bisabuelo y luego calla. La miro. En sus ojos se asoma un miedo indescifrable. Se acurruca conmigo y yo la abrazo como queriendo protegerla y protegerme, como deseando detener el tiempo entre mis brazos.
¿Tú vas a estar así, abuelo?-me pregunta- y yo la abrazo más, para que en el aire quede la respuesta a su pregunta intempestiva, para no tener que decirle que sí, que tal vez pronto; un día llegarás a mi camastro y verás en el espejo asolvado de mis ojos el miedo a no encontrarte, el miedo a perderte para siempre, el temor a tocar tu mano y no poder adivinarte, y la soledad de tener que preguntar ¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú? un día, una tarde tal vez, cuando de repente llegues a mi casa y yo no te conozca…

6 comentarios:

Buenas noches profr. pero mire nada mas que sorpresa la verdad desconocia de su virtud por la escritura y por su pequeño articulo que lei la verdad echa a volar la imaginacion de una manera confortante. Tenia conocimiento del profr. Omar unicamente por el gusto de la escritura, pero es bueno encontrarse a mas compañeros (y sobre todo de trabajo) que inviertan su valioso tiempo y compartan con nosotros los lectores su afecto por la escritura.
Le manda un cordial saludo su compañero, vecino y nuevo admirador de sus obras Juan Carlos.....le dejo mi cuenta personal para intercambiar puntos de vista en cuanto a sus articulos que la verdad son muy buenos......jreyesgomez75@hotmail.com!!!!!

Esta buenísima la narración, sólo que al leer, inevitablemente, me da miedo el saber que tarde o temprano, de la misma manera, vamos a tener que ir despojándonos de toda lucidéz, porque la vida nos va a cobrar a cada uno la factura, a unos más cara y a otros más barata, todo depende de como hayas sido con tus padres y tus hijos... Muchas Felicidades... Sigue asi... pero a la otra, si vas a poner el llanto tambien pon los Kleenex...

Hermano,como siempre muy hermosos tus textos ,tus escritos.Pareciera que estoy viendo a mi papi,a nuestro padre que tanto amamos..tkm..Lupita Ortega

Hermano,como siempre muy hermosos tus textos ,tus escritos.Pareciera que estoy viendo a mi papi,a nuestro padre que tanto amamos..tkm..Lupita Ortega

Maricela Acevedo dijo... 1 de octubre de 2009, 8:28  

no puede evitar que rodara una lagrima,definitivamente hermoso.
sin palabras!!!
mary!

¡Que barbaro!! que manera de expresar tus sentimientos, no puedo dejar de leer, y cada vez que lo hago lloro, por lo que estamos pasando, quedo verdaderamente conmovida, te quiero mucho hermano, sigue siempre igual

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